There is a strong connection between Mother's Day and Priestly Vocations. Pope Pius X (1835-1914) was a very humble man and had a saintly mother, Margarita Sanson. Because they were so poor, she worked as a washer woman and a school janitor to earn enough money so that he could go to the seminary. (In those days, the family had to pay for the seminarian's education.) When he was installed as Pope, his mother was present, and as was the custom she kissed his large papal ring. She then presented her tiny hand with her wedding ring and said, "Now you kiss my ring --- for without it, you never would have received your!" Every priest owes a great debt of gratitude to his mother and father for their prayers and support. In many cases that support is not present; but after prayer and reflection on the blessing and 'gift' of the priestly vocation that has been given to their son and to them, they "come around."
Do you pray for the priests in your life, especially the rosary? When praying the rosary, offer the first decade for the priest who baptized you, the second decade for the priest who gave you first communion, the third for the bishop who confirmed you, the fourth for the priest who witnessed your marriage or the bishop who ordained you (or will do so in the future), and the fifth decade for the priest who will anoint you at your death. The priest brings Christ to us through the sacraments at these special and critical times in our life. Continue to pray for vocations to the priesthood and the religious life in our parish and in our archdiocese.
Blessings,
Msgr. Adam
Mis queridos hermanos y hermanas:
Existe una gran conexión entre el Día de las Madres y las Vocaciones Sacerdotales El Papa Pio X (1835-1914) fue un hombre muy humilde, pero tuvo una madre de gran santidad, su nombre: Margarita Sanson. A causa de que ellos eran muy pobres, ella trabajaba como lavandera y conserje de escuela, para ganar así suficiente dinero y él pudiera ir al semina rio. (En aquellos días la familia tenía que pagar por la educación del seminarista). Cuando fue instalado como Papa, su madre estaba presente, y como era costumbre, ella besó su gran anillo papal. Enseguida, ella le presentó su delicada mano donde usaba su sencillo anillo de casada y le dijo: ?Ahora tú besa mi anillo --- porque sin el mío, tu nunca habrías recibido el tuyo!?. Cada sacerdote tiene una gran deuda de gratitud con su madre y su padre, porque sin sus oraciones y su apoyo no lograría su meta . En muchos casos, ese apoyo no existe, pero después de orar y reflexionar en las bendiciones y el ?regalo? de la vocación sacerdotal que le ha sido dada a su hijo y a ellos mismos ?cambian en su corazón y estrechan lazos?.
¿Pueden ustedes orar por los sacerdotes en su vida, especialmente rezando el rosario? Cuando lo recen, ofrezcan la primera década por el sacerdote que los bautizó, la segunda década por quien les dió su Primera Comunión, el tercero por el obispo que los confirmó, el cuarto por el sacerdote que testificó su matrimonio o el obispo que lo ordenó (o lo hará en el futuro), y la quinta década por el sacerdote que los ungirá en su muerte. El sacerdote nos acerca a Cristo por medio de los sacramentos y en esos especiales y críticos momentos en nuestra vida. Continúen orando por las vocaciones hacia el sacerdocio y la vida religió sa en nuestra parroquia y en nuestra arquidiócesis.